2010-06-10

El modelo del barril con escapes

La gente, en general, cree que el peso corporal se regula por medio de un punto de ajuste de la grasa corporal: cuando los depósitos de grasa se sitúan por debajo del punto de ajuste, la persona come más y vuelve a su punto de ajuste; a la inversa, cuando se sitúan por encima, la persona siente menos hambre y come menos. Todo esto a salvo de los desódenes alimentarios de raíz psicológica, que podemos asimilar con un desplazamiento, hacia arriba o hacia abajo, del mencionado punto de ajuste.

En esa teoría, está implícita la premisa de que el peso corporal depende en gran medida de la cantidad de comida ingerida; pero ahora está claro que el organismo controla en gran medida sus niveles de grasa a través de cambios en la eficacia de la utilización de la energía. El mecanismo por el que el organismo ajusta esa eficacia a sus niveles de grasa corporal se llama termogénesis inducida por dieta, y produce aumentos o disminuciones en la temperatura corporal.

Así, los investigadores, frente al caduco modelo del punto de ajuste, han acudido al más adecuado modelo del punto de equilibrio. En este modelo el nivel corporal de grasa se asemeja al de en barril con escapes de agua, alimentado por una manguera que a su vez tiene un tramo debajo del barril, con lo que éste la presiona con una intensidad directamente proporcional al agua que contiene:

  1. La presión del agua en la manguera es inversamente proporcional a la cantidad de agua que ya contiene el barril, y es análoga al apetito del sujeto.
  2. La cantidad de agua que entra por la manguera es la cantidad de alimento ingerida.
  3. El nivel del agua en el barril es análogo al nivel de grasa corporal.
  4. La cantidad de agua que escapa por las grietas es análoga a la cantidad de energía gastada (y mayor cuanto mayor es el nivel de agua-grasa).
Esta teoría presenta una gran ventaja sobre la anterior: resulta más coherente con los datos obtenidos: Primero, el nivel no está predeterminado ni fijado de forma activa, pues se trata de un punto de equilibrio y no de auste; segundo, los cambios duraderos no eran explicados de forma convincente por el modelo del punto de ajuste; tercero, si se reduce la ingesta de alimentos, tienen lugar cambios metabólicos que reducen la pérdida de peso, así que la reduccion del nivel de grasa no es el que se podría esperar (no se si esto le suena a alguien). Por último, un individuo que ha perdido una gran cantidad de peso, ya sea debido a dietas, ejercicio, liposucción u otros, tiene una tendencia a recuperar el peso original en cuanto vuelve a su modo de vida anterior.

Para finalizar: el corolario que podemos extraer de que hayamos empezado a pensar en la regulación del peso corporal en términos de puntos de equilibrio es claro: para lograr cambios permanentes en el peso corporal es necesario inducir cambios permanentes en cualquiera de los factores que influyen en la entrada y la salida de energía.

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