2010-08-22

Ay qué pesado

Coño, antes de que caiga el castillo de naipes, y como ando falto de memoria, os contaré algo: fui un bobo por creerla cuando decía que estaba loca por mis labios. Lo peor de todo: lo fui demasiadas veces como para no volverme un cínico.

Perdono, y olvido. Pienso que ya está bien de underground, luego un día lo echo de menos. Si encima lo paso bien, es como una liberación. Y me quedo a ver amanecer, y quizás duermo con una sonrisa, y quizás al día siguiente despierte aún con ella.


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